La Guardia Civil se esconde por el centro y realiza pruebas de alcoholemia a los asistentes al Milagro de San Vicente

La medida suscitó gran polémica entre los asistentes

Tras 2 años de parón por la pandemia, la asociación Lugo Monumental recupera el tan añorado Milagro de San Vicente, en donde la conocida fuente de la Praza do Campo mana vino por unas horas. Durante la tarde de ayer, hasta 300 litros de vino recorrieron las tuberías de la fuente para dar de beber a los asistentes a la fiesta de manera totalmente gratuita.

Pero este año, la sorpresa sería doble, ya que varias patrullas de la Guardia Civil se encontraban escondidas por el casco histórico, en calles aledañas a la fuente, para realizar controles de alcoholemia a los asistentes y que, a su entender, podrían encontrarse más perjudicados.

En palabras del Teniente Coronel Gutierrez, «es importante controlar que la gente no coja el coche después de beber tanto vino, incluso si han venido en bicicleta por el nuevo carril bici, puede ser un final trágico«.

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